miércoles, 21 de octubre de 2009

Un perro salvó a mordiscones a un niño de un incendio

por Leandro Fernández Vivas
La mañana del viernes 16 de octubre cambió la vida de la familia Cárdenas del humilde barrio Santa Ana de La Plata. Rodolfo Cárdenas se dirigió temprano al Mercado Regional, quedaron durmiendo su esposa y sus cuatro hijos. Un llamado telefónico de un vecino le comunicó la noticia: se estaba incendiando su casa.


El fuego se inició en la habitación donde dormían dos de sus hijos y luego se extendió por el resto de la casa. Sin embargo su familia salió ilesa. Sus chicos fueron rescatados por su esposa Lorena, embarazada de 8 meses, y su perro, Lobo.

Una explosión despertó a Lorena, el humo y las llamas la alarmaron; sacó a dos de sus hijos, pero otros dos quedaron atrapados en la habitación. El fuego no le permitía ingresar ya que el calor había dilatado la puerta y la había trabado.

Pidió ayuda a los gritos e intentó entrar por una ventana pero las rejas hicieron que su esfuerzo sea en vano. Un vecino logró derribarla y en ese momento, apareció el perro:


“Lobo estaba afuera, desesperado y llorando, hasta que tiraron la puerta y pudo entrar. Mientras mi esposa sacaba a mi hijo de 7 años, Lobo trataba de despertar a Martín, de 9, que con el humo se había adormecido. Lo mordió y lo agarró del pantalón. Lo arrastró hasta sacarlo del fuego y llevarlo afuera de la casa donde lo pudimos despertar” explicó Rodolfo a 24CON y continuó “cuando llegué pensé lo peor, pero mi familia estaba en la casa de un vecino, los bomberos llegaron en 45 minutos pero en diez se me había quemado todo”.




La acción heroica del pequeño perro llenó de orgullo y sorpresa a la familia. Si Lobo no hubiera sacado a Martín, por la intensidad del fuego Lorena no habría podido volver a buscarlo y habría muerto calcinado.



“Era como un bebé cuando trajeron a Lobo, dormía todas las noches con nosotros porque lloraba, y le teníamos que dar de comer todo picadito, era un bebe” recuerda Rodolfo sobre los primeros días del perro en su casa. Lo nombraron Lobo, en franca referencia al club Gimnasia y Esgrima, lo cuidaron y lo criaron como uno más de la familia, aunque nunca creyeron que su destino era el de un héroe. “Se crió con mis hijos, hoy tiene 7 años, está viejito, pero cuando me lo regalaron Martín tenía dos y jugaban todo el día juntos, mi otro hijo tiene la misma edad que Lobo”.


Hoy la familia Cárdenas atraviesa un dificil momento, el fuego destruyó la casa y Rodolfo y Lorena quedaron en la calle. Gracias a sus vecinos están levantando desde las cenizas su hogar. “Se me quemó todo, se partieron las paredes y se cayó el techo, por suerte mucha gente me ayuda, me dieron ropa para los chicos y colchones. Estoy reconstruyendo la casa pero me faltan materiales de construcción y chapas. Pero tengo a mi familia y lo tengo a Lobo” finalizó Cárdenas.

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