sábado, 24 de septiembre de 2011

Amor y ternura sin límites: lactancia entre especies /ALGUNOS NIÑOS DESEARIAN QUE SUS PADRES FUESEN ANIMALES" fuente: el blog alternativo.com



Muilea y su hija de 14 años nos han enviado esta foto, en la que rompiendo prejuicios una madre humana alimenta a un bebé mono, porque les ha impactado y porque la consideran un ejemplo de amor y ternura sin límites.

La solidaridad entre especies no nos debería sorprender cuando ya hemos visto el vínculo entre el hipopótamo y la tortuga, la sensibilidad del guepardo con el babuino y la amistad entre el león Christian y sus dueños.

Pero una cosa es jugar y adoptar a un animal y otro amamantarlo.

Compartir la lactancia es un acto superior de generosidad en el que se entrega mucho más que alimento: el contacto piel con piel implica un cariño, una ternura y un reconocimiento implícito de que ese bebé también merece nuestra leche.

De hecho, si esa madre sintiese miedo o repelencia, tendría dificultades en la lactancia que necesita confianza y relajación para que no se inhiban la oxitocina y prolactina implicadas que son las que permiten que la leche sea extraida.

Abajo tenemos otra foto de una mujer amamantando a un tigre y varios animales con crías de otra especie.

Algunos pensarán que las fotos de esas madres tienen más que ver con la pobreza y la supervivencia que con el amor, y que eso no ocurriría en Occidente.

No tengo una respuesta clara. Reconozco que nuestra sociedad ha perdido el norte en las últimas décadas respecto a la lactancia, que ésta es a veces mal vista y censurada en museos, aviones, restaurantes, centros oficiales…, incluso en Facebook, que los índices de lactancia caen a los pocos meses lejos de las recomendaciones de la OMS, y que muchas mujeres reniegan de ser mamíferas, denegando incluso el calostro a sus bebés.

Queda mucho camino por andar, muchas medidas sociales por exigir y mucha energía femenina y sabiduría de la maternidad por recuperar.

Aun así, viendo el ejemplo la actriz Salma Hayek ejerciciendo de nodriza con un bebé en Sierra Leona, cuando otras famosas solo se harían una foto a cierta distancia, tengo esperanza.

Hace un año cuando ví estas fotos, creí que yo nunca sería capaz de amamantar una cría animal a pesar de practicar la lactancia prolongada con mi hijo, hoy, no lo tengo tan claro, y me tendría que ver en esa situación para decidir finalmente.

Pero mis dudas personales no impiden que aplauda a esa madre hindú.

Las mujeres tenemos las herramientas para un mundo mejor y
las claves para la abundancia a todos los niveles.
La leche materna es solo una manifestación física de ese Maná…

NOTAS:

1. Los dientes no son un impedimento para la lactancia ni del tigrecito ni de un niño de 2 años porque se mama con la boca y no con los dientes. Algún mordisquito podemos sufrir al principio, pero aprenden rápido.

2. Esas madres no pierden leche para sus hijos, lo contrario, porque a más demanda más leche se produce, y al igual que en el caso de gemelos, la succión del bebé mono/tigre aumentará la cantidad de leche para el bebé humano. La leche materna no tiene fin. De hecho, hace siglos las nodrizos amamantaban hasta 7 bebés.

FUENTE : BLOG ALTERNATIVO.COM

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