PREVENÍ el sufrimiento y la muerte
Cuando decidas responsablemente ingresar a un compañero animal no humano en tu familia, abrile las puertas a un callejero o residente de un refugio. Adoptá. Un compañero no es una mercadería.
Evitá su reproducción. Si no podés controlarla, esterilizá a los animales bajo tu cuidado.
Tratalo con respeto a su integridad psico-física. Aprendé sobre su comportamiento natural y esmerate por entenderlo. El confía en, y depende de vos.
Preocupate y ocupate del animal abandonado o perdido con que te encuentres en la calle: tu ayuda hace la diferencia.
Reclamá el funcionamiento de servicios veterinarios públicos y gratuitos en tu municipio. Oponete a la matanza de los animales en situación de calle.
Denunciá el maltrato por mínimo que sea. Si lo presenciás, detenelo vos mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario